Una Italia, en la que aparecía un joven Paolo Rossi, ganó todos sus partidos con gran solvencia, y accedió como primera de grupo a la siguiente fase del torneo. Sin embargo, tras la reanudación, los italianos impusieron su juego, y acabaron ganando por 4-1 con una destacada actuación de Riva y de Rivera. A los once minutos un balón llegó desde el centro del campo hasta Walcott, que solo ante Diego López, le superó con un toque suave.