Posteriormente, a los 12 minutos del primer tiempo de la prórroga, el árbitro expulsó a Francesco Totti por doble tarjeta amarilla, tras una jugada en la cual sufrió un penalti que el juez ecuatoriano Byron Moreno extrañamente consideró como simulación. En el último partido, ante México, donde los italianos se veían necesitados también de un resultado favorable en el otro encuentro del grupo, empataron después de los 90 minutos 1 a 1. Nuevamente Italia sufrió la anulación de 2 tantos legítimos, uno a Inzaghi y otro a Montella, por el árbitro brasileño Carlos Simon por lo que el gol conseguido por Alessandro Del Piero fue el de la esperanza italiana.